Este lunes 23 de marzo de 2020 realizamos el tercer y último ejercicio del Triduo. Con cada oración diaria rogamos por aquellos enfermos y afectados por el coronavirus COVID-19.

Por esta crisis sanitaria nuestra Cofradía realiza un Triduo en Rogativa y Honor a Ntro. P. Jesús Caído. Así cada día hemos publicado la correspondiente oración para poder realizar el ejercicio del Triduo desde casa.

Ejercicio del último día del Triduo

Oración inicial

¡Oh, Señor y Dios mío! Animado por vuestra infinita bondad
y por los continuos favores que otorgáis
a los que imploran delante de vuestra Imagen,
misericordia y perdón, ¡Oh Jesús!

A vos acudo,
que por nosotros tres veces caíste camino del Calvario,
para ofreceros mis humildes gracias y
presentaros mis súplicas.

Confieso haberos ofendido; pero arrepentido,
propongo ayudado de vuestra gracia enmendarme en lo venidero.

Movido, pues, de estos sentimientos, os ruego,
¡Oh mi buen Jesús!,
que, por los dolores de vuestra Pasión,
atendáis las súplicas que os dirijo en este triduo, y movido por tu gran amor alcance la salvación. Amén

Ejercicio

¡Oh, mí amado Jesús!

¡Qué bien representa esa vuestra Imagen de Nazareno lo mucho que hicisteis y sufristeis por nosotros!

Cargando con la Cruz, nos dijiste:

Venid a mi todos los que estéis cansados y agobiados y yo os aliviaré, porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

En este día te invoco, como Rey que riges y gobiernas desde tu trono, mi pensamientos sentimientos y obras.

¡Oh, buen Jesús! Se tu mi fuerza y mi poder para poder servirte a ti, mi Señor, y, por tu amor a mis hermanos. Amén.

Medítese, pídase la gracia que se desea conseguir y récense  Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te
alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

Oración final

¡Oh, dulce y amado, Jesús Nazareno!
Al considerar vuestro amor
y la bondad con que me habéis acogido en este día,
un grito de gratitud se escapa de mis labios
y la presencia de vuestra misericordia embarga mi alma.
Por ganar mi amor bajaste a la tierra
y sufriste toda clase de penas y trabajos y muerte de cruz. Por mí también, te quedaste en el Sacramento del altar, queriendo ser nuestro manjar,
consuelo y perpetuo compañero.
Por nuestro amor,
en esta Imagen que nos recuerda que tu redención
está en rebajarte hasta someterte a la muerte
y muerte de Cruz.
Hoy te decimos ¡Gracias, Señor, por todo!,
y a fin de corresponder a tu gran amor,
te pido la gracia de cumplir siempre tu voluntad,
y vivir y morir en tu amor. Amén.