Debido a la situación excepcional que vive nuestro País, esta Cofradía quiere realizar unas oraciones especiales. Por ello, y para poder orar desde nuestros hogares en comunión nuestra Cofradía elevará un ejercicio del Triduo a Ntro. P. Jesús Caído. En este ejercicio pediremos en rogativas por los afectados de la pandemia del coronavirus COVID-19.

Desde hoy sábado 21 de marzo y hasta el lunes 23, subiremos los ejercicios de cada día del Triduo para que lo podamos realizar desde casa. En el pediremos por todos los enfermos y afectados del coronavirus, así como por sus familiares.

Ejercicio del primer día del Triduo

Oración inicial

¡Oh, Señor y Dios mío! Animado por vuestra infinita bondad
y por los continuos favores que otorgáis
a los que imploran delante de vuestra Imagen,
misericordia y perdón, ¡Oh Jesús!
A vos acudo,
que por nosotros tres veces caíste camino del Calvario,
para ofreceros mis humildes gracias y
presentaros mis súplicas.
Confieso haberos ofendido; pero arrepentido,
propongo ayudado de vuestra gracia
enmendarme en lo venidero.
Movido, pues, de estos sentimientos, os ruego,
¡Oh mi buen Jesús!,
que, por los dolores de vuestra Pasión,
atendáis las súplicas que os dirijo en este triduo,
y movido por tu gran amor alcance la salvación. Amén.

Ejercicio

Judas llega con sus soldados a prender a Jesús. Este sale a su encuentro, y al recibir el beso de Judas, como un manso cordero, es llevado preso entre insultos y golpes a la presencia del Sumo Sacerdote.

Concédeme, Jesús mío, que yo sea manso y humilde como Vos, sufriendo los desprecios de mis prójimos.

Medítese, pídase la gracia que se desea conseguir y récense Padrenuestro,
Avemaría
y Gloria.

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

Oración final

¡Oh, dulce y amado, Jesús Nazareno!
Al considerar vuestro amor
y la bondad con que me habéis acogido en este día,
un grito de gratitud se escapa de mis labios
y la presencia de vuestra misericordia embarga mi alma.
Por ganar mi amor bajaste a la tierra
y sufriste toda clase de penas y trabajos y muerte de cruz. Por mí también, te quedaste en el Sacramento del altar, queriendo ser nuestro manjar,
consuelo y perpetuo compañero.
Por nuestro amor,
en esta Imagen que nos recuerda que tu redención
está en rebajarte hasta someterte a la muerte
y muerte de Cruz.
Hoy te decimos ¡Gracias, Señor, por todo!,
y a fin de corresponder a tu gran amor,
te pido la gracia de cumplir siempre tu voluntad,
y vivir y morir en tu amor. Amén.